LinkedIn es la red social profesional más grande de internet a día de hoy y son muchos los beneficios que un buen perfil en LinkedIn te puede aportar en tu vida laboral.
Pero hoy quería escribir sobre un tema que ha salido en varias conversaciones últimamente, tanto con clientes como con amigos y conocidos: ¿A quién añades a tu red de contactos de Linkedin?
Después de varios años en Linkedin he detectado principalmente 3 perfiles de personas en mi red de contactos directa (o no tan directa, lo reconozco, soy un cotilla por naturaleza):
1. El entrenador Pokemon: ¡hazte con todos!
Si en tu infancia (o juventud) jugaste con Pikachu y compañía recordarás ese lema que acompañaba al protagonista y le invitaba a coleccionar pokemones en su Pokedex (¿Cuál es el plural de un Pokémon?).
[bctt tweet=»Y tú, ¿eres un entrenador Pokemon en LinkedIn?»]
Pues bien, estoy convencido de que algunos de ellos prolongaron esta costumbre hacia LinkedIn, donde acumulan todos los contactos que pueden, con poco criterio y nula conexión entre ellos.
Si te mueves por Linkedin es habitual encontrarte en tu buzón de solicitudes una o dos invitaciones de estos perfiles cada semana.
Desde mi punto de vista esta estrategia dinamita la utilidad de una red de Networking en sí misma desde el momento en qué no conoces las aptitudes de tus contactos. Es posible que sea por ignorancia, pero no le termino de ver la utilidad a esta estrategia.
2. La prolongación de la agenda: ¿Te conozco? Te añado a mi red
En el extremo opuesto al anterior tenemos a los usuarios que utilizan LinkedIn como si de su agenda personal se tratara: tan solo agregan a su red de contactos a personas con las que han tenido contacto «real», aquellos a los que conocen o con los que se han reunido/trabajado.
Es probable que este tipo de perfiles utilicen LinkedIn para informarse de las actualizaciones que hacen sus contactos, casi como si de Facebook se tratara (aunque sin fotos de gatitos) ya que para contactar con ellos seguramente utilicen otros medios fuera de Linkedin como el e-mail o el teléfono.
3. La agenda VIP: sólo entrarán las élites
El extremo del caso anterior es el del Linkedinero elitista. En realidad estos son casi imposibles de detectar a simple vista y lo incluyo en la lista porque me lo confesó un cliente (del que omitiré su identidad y llamaré señor X).
Como él mismo me comentaba, hubo un tiempo en el que agregó a su red de contactos a cualquiera que respirara cerca de él. Poco a poco, fue borrando contactos y empezó a agregar a sólo a aquellos con los que había tenido contacto personal o laboralmente.
Pero llegó el día D, y al señor X le llegó una solicitud de amistad de un ex-compañero de Erasmus con el que tuvo bastante relación en su juventud pero…¡Wow! Vaya pintas tenía ahora mismo… ¿Qué iban a pensar sus contactos de él si le agregaba? Además, tampoco habían tenido tanta relación…
[bctt tweet=»¿Has rechazado/borrado a alguien de LinkedIn por el qué dirán? Eres un #linkedinero elitista»]
Y sí, en ese momento se convirtió en un Linkedinero elitista: ya sólo agrega a aquellos contactos con los que ha tenido alguna relación y le pueden resultar de interés laboralmente hablando.
¿Mi opinión? En el término medio está la virtud
Llegados a este punto supongo que te preguntarás qué estrategia sigo yo en mi perfil de LinkedIn, aunque con la redacción del artículo igual ya te he dado alguna pista.
Como en muchos ámbitos de la vida, en el término medio está la virtud, y tener una red de contactos en LinkedIn lo suficientemente variada puede multiplicar tus opciones.
Por un lado, agregar a gente desconocida pero con el que compartes inquietudes, objetivos profesionales o contactos comunes puede aumentar tu visibilidad, descubrir noticias de interés e incluso captar posibilidades profesionales (véase nuevos clientes o nuevos objetivos).
Por otro, procuro mantener una red de contactos «manejable», en la que sepa quién es cada persona y por qué está allí, aunque no lo conozca cara a cara. La razón es clara: una de las primeras cosas que hago después de conocer a alguien en una reunión es ojear su perfil en LinkedIn y consultar si tenemos algún contacto en común, por si me puede servir de referencia. Y si hay alguien más que hace lo mismo que yo no me gustaría aparecer en el perfil de alguien compartiendo contactos con alguien con quien no tengo ninguna relación ni interés común y poder confundir a alguien.
Y vosotros, ¿qué estrategia seguís en LinkedIn? ¿Alguna de estas 3 u otra completamente distinta? Si dejas tu comentario ¡seguro que aportas algo muy interesante a este artículo!
PD.: ¡Ah, se me olvidaba! Si entre los contactos en común tengo un entrenador Pokemon… Habrá sido un error y pronto lo borraré 😉
2 comentarios en «3 estrategias de contactos en LinkedIn ¿Cuál es la tuya?»
Yo no controlo todo el mundo que tengo agregado pero a la hora de agregar siempre busco que al menos pueda serme útil su contacto en el futuro.
No sé en qué categoría meterme. .. ni soy entrenador de pokemin ni tampoco soy elitista pero tampoco agrego a todo el mundo. 😉
Entonces eres un poco como yo, Virginia! Lo importante al final es poder aprovechar esa red de contactos en el futuro. Calidad antes que cantidad! 😉 Un saludo y buen finde