El concepto de funnel de ventas o embudo es uno de los más populares del momento. Pero, lamentablemente, es tan popular como complejo de entender. ¡Aunque no tanto! Veamos qué es y por qué necesitas uno:
Embudo o funnel de conversión: qué es
A grandes rasgos, podríamos decir que un funnel o embudo de conversión engloba los distintos pasos que el usuario da para cumplir con un objetivo preestablecido en un sitio web. Por ejemplo, la compra de un producto o la generación de un lead.
Este embudo determina el % de pérdidas en cada uno de los pasos que el usuario realiza hasta llegar a ese objetivo. De esta forma, se puede agilizar el proceso haciéndolo más ameno para el usuario por medio de una optimización, puesto que nos interesa que llegue hasta el final.
Precisamente, uno de los motivos por los que es interesante contar con un funnel de ventas, es para poder determinar qué parte del proceso de venta está fallando, para así solucionarlo con urgencia y mejorar nuestro ratio de conversión.
Conociendo en qué punto del embudo es dónde el usuario se marcha, será mucho más sencillo realizar cambios en la web o en la campaña, de manera que consigamos justamente lo que el usuario estaba esperando, y por tanto, continúe con el proceso de conversión (compra, registro, consulta de catálogo…) hasta el final.
Etapas del embudo de conversión
- Atracción, adquisición o concienciación: En la primera fase, el objetivo es generar visibilidad de marca, de productos o servicios, tomando conciencia sobre los problemas que puede tener el cliente potencial y su posible solución.
- Activación: Esta etapa se basa en conseguir la confianza de nuestro público objetivo o clientes. Lo primordial es causar una buena impresión dentro de la página web o landing de venta.
- Retención: ¿Estás consiguiendo que los usuarios pasen el mayor tiempo posible en tu página web? ¿Se registran en tus formularios? ¿Se suscriben a tus boletines de novedades? Enhorabuena, ya estás empezando a conseguir contactos (leads) que muestran su interés en lo que haces. Si por el contrario, al llegar a esta fase del embudo, salen por patas, dale una vuelta a tus CTAs, al diseño de tu web o a la manera de comunicar dentro de ella…
- Conversión: Ahora si, ya podemos llamarles clientes. Hemos conseguido que lleguen hasta la fases finales del embudo, lo que significa, que si todo lo has hecho bien (sin demasiados pasos a la hora de realizar la compra, facilidad de pago, garantías de devolución..) vas a conseguir una venta.
- Fidelización: No, no termina todo con la venta. Ahora es el momento de que te lo curres más que nunca y consigas que esas personas que ya te han comprado, vuelvan a tu tienda online, y que además, recomienden tus productos a sus círculos. En este punto, es fundamental que el cliente esté totalmente satisfecho con el proceso de compra y que cuentes con tiempo o presupuesto para implementar diversas campañas de marketing de contenidos centradas en incrementar la confianza del cliente.
Estas son las distintas fases que es importante conocer de todo un funnel de ventas. Por lo que, resulta interesante de cara a captar clientes potenciales, conocerlos mejor y guiarlos a lo largo de su recorrido por la tienda, para acaben realizando esa soñada conversión.
Ventajas de utilizar un embudo de ventas
Llegados a este punto, ya sabes qué es un funnel y las distintas etapas que lo componen. Pero sobre todo, es importante saber que esta herramienta del marketing digital nos ayuda a vender y a conocer mejor a nuestros usuarios.
Gracias al embudo de conversión podemos encontrar cualquier fallo que se presente a lo largo de todo el proceso, desde que el usuario ve el producto o servicio hasta que lo mete en el carrito de la compra, suscribirse a una newsletter o registrarse en un formulario, todo depende del tipo de conversión que queramos recibir. Es así cómo podemos detectar posibles fallos y gracias a eso, optimizar el ratio de conversión, para vender más y mejor.
Sin el embudo, no tendríamos esta información tan valiosa, por eso, es importante que las empresas dispongan de uno personalizado y adaptado a sus necesidades, habiendo analizado previamente en qué fase del embudo se encuentran. Tanto la empresa, como los potenciales clientes.
¿Te ha quedado más claro que es un funnel? ¿Te interesa? Pregúntanos lo que quieras y te echamos un cable 🙂